La misericordia de Dios no tiene límites, pero el tiempo sí.
Cristo viene pronto por su iglesia, por todos los que creen en Él, los que le aman y le obedecen.
Si hemos pecado (porque todos lo hemos hecho) en Jesucristo tenemos el mejor abogado: ¡Él dio Su vida por ti!
No hay pecado tan grande que Jesús no haya perdonado a todos los que se lo pidieron. ¡No pierdas más tiempo!
Acércate con confianza al trono de la gracia para alcanzar misericordia.
Arrepiéntete, acepta tu responsabilidad y toma una decisión que cambiará tu vida. Somete tu voluntad y tus deseos a Su gobierno y deja que Jesús te guíe hacia la vida eterna. Él no te va a juzgar, te va a perdonar, te va a abrazar y te va a dar una nueva oportunidad.
Sé sincero sobre tus pecados y cambia tu forma de actuar para recibir misericordia.
Proverbios 28:13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
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