Que si el hogar ha sido destruido porque los hombres estuvieron lejos.

Que si las mujeres y los hijos están cautivos por la violencia…

ES TIEMPO DE CLAMAR JUNTOS AL ÚNICO QUE TIENE PODER.

Hombres, mujeres, jóvenes, niños, ancianos todos juntos desde donde sea que nos encontremos, alcemos nuestra voz rogando a Dios por su gracia y favor hasta que se nos acaben las fuerzas.

Y cuando Él nos responda, obedezcamos al consejo de Su Palabra para reestablecer el orden y tener paz.

Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

1 Samuel 30:3-4