Se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
Lucas 8:44
Entre la multitud que apretaba a Jesús mientras salía rumbo a casa de Jairo, una mujer se aventuró a tocar por lo menos los vestidos de Jesús. ¡Imagínate el tamaño de su fe para querer tocar solamente el borde de su ropa!
Esta mujer tenía años sangrando, años de dolor, de vergüenza, de soledad, de sentir que se le iba la vida y que lo perdió todo, pero en un instante Jesús con Su presencia lo detuvo.
¿Qué necesitas que Jesús detenga en este instante? Dolor, sufrimiento, pecado, amargura… Acércate como esta mujer, alarga tu brazo e intenta tocarlo con oración y conmover Su Espíritu de tal manera que de Él salga virtud y cure todo lo necesario, y cuando esto suceda, al instante también, compártelo.
ORACIÓN: Jesús hoy me acerco a ti con humildad, reconociendo que si tan solo me acerco a ti, Tú puedes transformar mi situación. Si tan solo te alcanzo, si tan solo conmuevo tu corazón con mi necesidad de Ti, sólo de Ti, Tú puedes transformar mi vida en este instante. Jesús, déjame acercarme a ti, aunque no vea tu rostro, hoy solo quiero tocar el borde de tu manto para estar bien. Amén.
Serie: Milagros de Jesús. Revisa el plan completo en https://instruccionespersonales.com/milagros-de-jesus/
Comentarios recientes