En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas.
1 Pedro 1:6
El apóstol Pedro escribe a la iglesia primitiva que tiene viva la fe en Jesús, pero que vive expatriada por causa de creer en Él.
Tal vez tú estés viviendo tu nuevo nacimiento, aquel que por medio del Espíritu te ha hecho renacer a una nueva vida, y que al mismo tiempo, estés siendo afligido por diversas pruebas. Persecución, burla, separación de amistades y/o familiares, decisiones de trabajo, cambios en tu salud, etcétera, y así como Pedro le recuerda a los perseguidos, nosotros queremos recordarte a ti también esto: El Padre nos escogió de acuerdo a un plan específico, el Espíritu Santo nos santificó y Jesucristo nos ha comprado y limpiado con su sangre preciosa.
Así como Jesús resucitó, nosotros, sólo por creer en Él, también hemos recibido el regalo de tener una nueva vida que viene con una herencia incorruptible (que no será destruida), incontamidada (que es pura y santa) e inmarcesible (que no puede marchitarse ni perder su valor y fuerza), y se encuentra reservada y esperándoles en los cielos.
Sí, ¡tenemos una herencia!
También nos recuerda que somos guardados para alcanzar la salvación que Dios ha preparado en los findes de los tiempos, aunque ahora estemos pasando por todas las pruebas.
Todas estas pruebas no están diseñadas para destruirnos, sino para transformarnos. Nuestra fe es más preciosa y valiosa que el oro; y así como el oro tiene que ser limpiado hasta siete veces en el fuego, nuestra fe también lo será, las veces que sea necesario.
Cada vez que somos pasados por el fuego, es normal que broten de nosotros impurezas, no te asustes por ellas, solo dedícate a desnatarlas, es decir, quitarlas de ti; mientras vuelves a entrar al fuego de nuevo.
Este proceso purifica, limpia y refina los quilates del preciado metal, ahora imagina lo que hace con tu fe.
El proceso de ser limpiado, incluye el horno de la aflicción en el taller del Maestro.
Ahí hay martillo y fuego, pero la presciencia, es decir, el plan elaborado por Dios para ti, será manifestado en cada paso hasta verlo completado.
Alégrate en la salvación que viene de Dios, prosigue al blanco, a la meta, al supremo llamamiento; brinca los obstáculos, usa las piedras del camino para crear puentes, construir torres y levantar altares que testifiquen que tú sigues creyendo que todo lo que te sucede, Dios lo usará para bien.
Serie: Limpiados | Plan completo en: https://instruccionespersonales.com/limpiados/
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