Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Deuteronomio 8:2
En el proceso de limpieza, Dios está evaluando tu corazón, así como si cumplirás o no con hacer SU voluntad, aunque en ocasiones parezca una locura.
¿Recuerdas a José, el hijo de Jacob?
Este joven se dedicaba a tareas especiales y recibía visiones de Dios. Eso acrecentó el resentimiento entre sus hermanos al punto de que le echaron en un pozo, lo vendieron como esclavo y lo hicieron pasar por muerto ante su familia.
Después de sobreponerse a la esclavitud y trabajar ardua y honestamente en la casa de Potifar en Egipto, fue encarcelado por rechazar con integridad la seducción de la esposa de su patrón.
En la cárcel, su motivación genuina de servir a las personas como si fuera a Dios mismo, le hizo convertirse en supervisor, y el poder de Dios le permitió interpretar los sueños del copero, del panadero y posteriormente de Faraón, llevándolo hasta ser el segundo al mando en todo Egipto, para administrar el alimento de todo el país y proveer a algunos más allá del mar.
Sin embargo, mientras todo esto sucedía, los hermanos de José, a pesar de su agravio hacia él, seguían disfrutando de sus familias, de la compañía de su padre, mientras José estaba solo y era un extranjero.
José fue afligido con diversas pruebas, y llegado el tiempo, fue obligado a acordarse de todo ello al recibir a sus hermanos en su propia casa, pidiendo comida y postrándose a sus pies, confirmando las visiones de su juventud y que lo habían llevado hasta ahí.
José tuvo que acordarse del dolor del rechazo, de las burlas, del miedo, de la soledad, de la humillación, de las mentiras y también del olvido, y poner en práctica la gracia, la misma gracia que él había recibido de Dios mismo en Egipto, y compartirla con generosidad.
José fue probado muchas veces, si había o no de guardar los mandamientos de Dios, en un tiempo ¡donde aún no estaban escritos!, pero que estaban grabados en su corazón a través de la comunión.
Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
Génesis 50:20
Todo lo que sucedió, Dios lo encaminó para bien, para salvar a su propia familia. Dios lo usó como embajador y estandarte, y también quiere hacer lo mismo con nosotros.
Tal vez tu te sientas como José en alguna de las etapas de su vida, acuérdate de todo el camino por el que Dios te ha hecho pasar, y me atrevo a decirte que imagines también por aquel al que te llevará aún para afligirte y para probarte, para saber qué hay en tu corazón y toma la decisión de guardar sus mandamientos, sin importar lo que suceda.
Acuérdate, de la herencia que te espera y la salvación que dará y mantendrá con vida a mucho pueblo que aún no conoces, pero que por tu fe, Dios guardará.
Serie: Limpiados | Plan completo en: https://instruccionespersonales.com/limpiados/
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