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Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa.

Lucas 8:41

¿Recuerdas que la fe es uno de los catalizadores que activa tu milagro? Pues la actitud es otro.

Aunque Jairo era un principal, se postró a los pies de Jesús. A Jairo no le importó ni su reputación ni las consecuencias de buscar a Jesús (que incluían expulsarlo de la familia y del pueblo). Jairo cayó a los pies de Jesús, rogándole que entrara en su casa.

¿Cómo te acercas tú a Jesús? Jairo tenía su hija enferma de muerte, pero si acudes a Jesús, tienes la certeza de que no hay nada muerto ni en peligro en tu vida, sólo duerme, esperando que Él venga a tu hogar a levantarlo.

¿Qué necesitas que Jesús resucite? Póstrate a sus pies y pídele que venga a tu casa, que nada ni nadie te diga que no molestes a Jesús, él siempre viene y no será en vano, Él siempre hace algo.

Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. Lucas 8:50

ORACIÓN: Jesús, Tú eres el único, el principal a quien acudo, ven a mi casa, ven a mi vida, resucita lo que está muerto, despierta con Tu palabra aquello que duerme, no tengo temor, yo creo que sólo en ti podemos ser salvos. Amén.

Serie: Milagros de Jesús. Revisa el plan completo en https://instruccionespersonales.com/milagros-de-jesus/


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