Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo 6:3

La primera acción que el Señor quiere de nosotros es: Dar.

Tenemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo que han sido generosos con nosotros y que nos invitan a hacer lo mismo.

¿Hay algo o alguien con quien puedas ser generoso?

Hay una pequeña advertencia en cada acción que veremos: cuidado con la hipocresía.

Hipocresía se deriva del griego ὑποκριτής (hipocrités), que significa ‘actor o actriz’. En la antigua Grecia, los actores o actrices usaban máscaras para efectuar sus puestas en escena y esconder su verdadera identidad.

El Señor nos pide a nosotros que no actuemos ni nos pongamos máscaras a la hora de dar, porque Él nos conoce realmente.

Pablo le advierte a su discípulo Timoteo sobre el carácter de las personas en los últimos tiempos:  tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

2 Timoteo 3:5

Cuando nosotros buscamos el reconocimiento de las personas a la hora de dar, estamos quitando la piedad y buscando la vanagloria.

Si buscamos la recompensa de los demás, estamos dándole más importancia a ellos que a Dios.

»Cuidado con lo que hacen. No hagan algo bueno ante la gente sólo para que los demás los vean pues así no recibirán ninguna recompensa de su Padre que está en el cielo, dice Jesús en Mateo 6:1 (en la traducción palabra de Dios para Todos)

A ti, ¿de quién te gustaría recibir la recompensa?

Lee Mateo 6.

Hoy te invitamos a proponer tu corazón para ser generoso, discreto y paciente. Mañana te diremos cuál es la recompensa que Dios tiene preparada para ti.