Después de la oración ferviente de Esdras, el pueblo confesó su pecado a Dios. Luego pidieron dirección para restaurar su relación con Dios. El verdadero arrepentimiento no termina con palabras de confusión, eso sería mera palabrería. Debe conducir a un cambio de actitud y comportamiento. Cuando pecas y estás verdaderamente arrepentido, confiésalo a Dios, pídele perdón y acepta su gracia y misericordia. Luego, como un acto de agradecimiento por tu perdón, haz las correcciones necesarias.
Leamos la Biblia: Esdras
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